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De fábrica impulsada por vapor a impulsar la autogestión

En 1878, se inauguró la “Fábrica de Hilados y Tejidos de Algodón, blanqueo, estampados y aprestos de Juan Batlló” en los terrenos de la masía de Can Mangala del recién anexionado a la ciudad de Barcelona municipio de Sants, concretamente en el barrio de la Bordeta. Esta fábrica inicialmente constaba de un único edificio del ingeniero Juan Antonio Molinero. Debido al crecimiento de la empresa, esta requirió de nuevas naves que fueron creciendo al alrededor de la nave original. En 1892, tras la muerte de Juan Batlló, sus sobrinos siguieron el negocio hasta la Guerra Civil, que vivió una colectivización que transformó parte de esta en la fábrica de industria de guerra F2 donde se fabricaban explosivos para el gobierno republicano. Tras la muerte de Juan Batlló, en 1892, sus sobrinos siguieron el negocio, hasta traspasarlo en 1943 al empresario y bien conectado con el régimen Julio Muñoz Ramonet, quien a la vez controlaba también la provisión de materias primas de la competencia. En 1964, a causa de la crisis del sector textil, la compañía quebró y Muñoz Ramonet reconvirtió la fábrica en un polígono industrial, compartimentando las naves en 700 espacios repartidos por los cerca de 10h, que se alquilaron a pequeños industriales como talleres y almacenes.[1]

Gráfico 1. Fábrica de Can Batlló al pie de la montaña de Montjuïc

Gráfico 1. Fábrica de Can Batlló al pie de la montaña de Montjuïc

No hace falta recordar la larga tradición de luchas sociales, políticas y laborales, mayoritariamente de carácter libertario, que han caracterizado Sants y gran parte de la ciudad durante el s. XX. Siguiendo esa conflictividad latente, fue como durante los años 1970 y posteriores, largas y duras sociales y vecinales empezaron a reivindicar una nueva forma de gestionar la ciudad, con el objetivo de horizontalizar las decisiones sobre la gestión del entorno en el cual vivían. En esa dirección se iniciaron luchas en Sants por la recuperación para zonas verdes o equipamientos de algunos espacios en desuso, con futuro incierto o con operaciones especulativas al acecho. Se iniciaron campañas por la recuperación de espacios como las cocheras de los tranvías o las antiguas fábricas de vapor de la España Industrial, el Vapor Vell o Can Batlló. Estas reivindicaciones fueron consiguiendo sus frutos, no sin seguir largos procesos de conflicto con las instituciones. Así, poco a poco, esos espacios fueron municipalizándose. Las Cocheras se transformaron en un centro cívico, la España Industrial mayoritariamente en un parque con algunos equipamientos y el Vapor Vell en una escuela y una biblioteca2.

Estas luchas consiguieron que el Plan General Metropolitano de 1976 considerara que los terrenos de Can Batlló fueran destinados a equipamientos y zona verde. Pero algo más de 40 años costó la negociación entre la familia Muñoz Ramonet, las administraciones públicas y los pequeños industriales afectados. En 2010, viendo el bloqueo de la situación, la “Plataforma Can Batlló és del Barri” se propuso dar un ultimátum que situaba el 11 de junio de 2011 como fecha límite para iniciar la reconversión del espacio. Aquel día, tres columnas de vecinas salieron de tres puntos diferentes del barrio emprendiendo camino en columnas hacia el recinto donde a las 11h se entraba en el recinto para tomar posesión de las primeras naves. Ante la posibilidad de que se cumpliera la amenaza de okupación, el ayuntamiento decidió conseguir acceso autorizado por la propiedad entregando llaves de una de las naves a la Plataforma. Se iniciaba así la creación de lo que hoy en día conocemos como Espai Comunitari Veïnal Autogestionat de Can Batlló.

Esta es la primera vez que en todo el Estado Español se realiza un convenio público mediante el balance comunitario que produce la actividad del centro a través del retorno social en una cesión por un plazo de 50 años (distribuidos en 30 años más dos prórrogas de 10 años). Este retorno social se cuantificó en 2017 en más de 48.000 usuarios en 849 actividades, lo que supuso 82.185 horas de trabajo voluntario y cooperativo.

El modelo autogestionario asumido pretende afrontar el funcionamiento de todo ello con la menor dependencia posible de las instituciones. El espacio se gestiona de forma asamblearia, por ello se reúne semanalmente para realizar su coordinación y mensualmente en asamblea general. Existen diferentes grupos que pretenden cubrir diferentes objetivos, que pasan por la gestión interna; crear redes vecinales y de apoyo mutuo; gestión del espacio público y comunitario; cultura y ocio; educación y formación; cooperativa de vivienda; actividad económica entorno a modelos cooperativos de economía social y solidaria; etc.

Gráfico 2. Una de las primeras asambleas en el interior del espacio

Gráfico 2. Una de las primeras asambleas en el interior del espacio

Para la transformación del espacio, se trabaja profundamente en dos aspectos concretos: movilidad y usos. Se valoró la importancia de mejorar la conexión entre el tejido de la Bordeta y el interior del recinto. Así se recupera la circulación entre la calle Parcerisa y plaza de la Pelleria que a su vez cruza con el eje entre la calle Constitució y la Gran Vía. También se buscó incrementar la permeabilidad, por lo que se han reducido las barreras que suponían los muros que delimitaban el recinto. Por otra parte, se apuesta por los usos vecinales tanto en el espacio libre como en parte de los edificios existentes como en nuevos. En relación a esto, se apostó por reutilizar gran parte de las edificaciones existentes que se encontraban en buen estado.

En la totalidad del polígono inicial aparecen edificaciones de viviendas y de oficinas de explotación privada, un ambulatorio, una escuela municipal de audiovisuales, el archivo municipal, pistas deportivas que incluirá campo de fútbol del equipo local (U. E. Sants)…

Entre los espacios que encontramos gestionados por la asociación del ECVA Can Batlló podemos encontrar: diferentes salas polivalentes, la biblioteca Josep Pons, una cantina, un auditorio para unas 150 personas, rocódromo, sala de serigrafía, sala de costura, comedor, taller de infraestructuras, carpintería, taller de artes, imprenta colectiva, taller de cerveza, archivo de movimientos sociales, espacio de circo, corre-can, huertos, escuela de oficios, talleres mecánicos y de movilidad, cooperativas de diversa índole (de consumo, de impresión, de educación…), Coopolis (fomentadora, formadora, incubadora y acompañante de cooperativas) y la cooperativa de vivienda La Borda.

Oriol Rigola
Participante del ECVA Can Batlló

1 “Inventari de Can Batlló. Teixint una història col·lectiva” D.D.A.A., 2014 Ed. Riera De Magoria, capítulo “Dels Batlló als Muñoz” de Agustí Giralt.

2 “Centre Social de Sants: una experiència associativa” Josep Martí Gómez i Josep Marcè i Fort, 1996

Article publicat al llibre “Restos y rastros.
Memorias obreras, patrimonio y
nuevos usos de los espacios industriales”
Ed. El Viejo Topo, 2020

Espai Obert, 20 anys no són suficients.

Que la bombolla immobiliària ha tornat amb més força que abans és un fet prou conegut i del que se’n parla arreu. Que un dels principals motius d’aquest fet és una altra bombolla que creix entorn del turisme tampoc és cap secret. I que tot això comença a afectar a la població en forma d’encariment dels lloguers i del cost de la vida en general també és prou conegut. La part que no és tan coneguda, és la que afecta el teixit associatiu del barri i de la resta de la ciutat, per a aquelles entitats que paguen un lloguer per al local que utilitzen per a les seves activitats.
L’Espai Obert és una col·lectivitat de col·lectius llibertària, autogestionada i assembleària amb més de vint anys d’existència i que en un primer moment s’ubicà en ple Paral·lel de Barcelona, degut a l’estret vincle que manté aquesta entitat amb el barri del Poble Sec. Aquest local aviat seria un lloc de referència per a moltes lluites: antimilitaristes, anticapitalistes, ecologistes, antiglobalització, pro-escoles lliures, contrainformatives, okupació, etc. Allà es coordinaren i naixeren molts moviments socials. La propietat de l’edifici on nasqué aquesta entitat tenia, però, uns altres objectius i decidir finar l’arrendament per enderrocar l’edifici de dues plantes per fer-hi una residència d’estudiants de set plantes i 97 habitacions. L’Espai Obert hagué de mudar-se i féu lluny de la seva ubicació original, tot traslladant-se al barri de Sants. Aquest trasllat la portaria al local actual on després d’un any de reformes, l’entitat engegava de nou en aquest nou espai, tot sumant-se al teixit associatiu del nostre barri. Fa cosa d’un any, s’iniciava un procés d’assetjament cap aquesta entitat que començà amb un requeriment de llicència d’activitats; l’aparició d’un pis turístic sense llicència, amb connivència de la propietat, en el mateix edifici; i una rescissió de contracte si no s’acceptava un augment del lloguer en un 40% inicial que aniria creixent. Aquesta situació ha portat al límit a l’entitat que ara afronta el seu futur deixant l’actual local, situat al c/Violant d’Hongria, 71, per cercar-ne un de nou on allotjar-se.
Article per a La Burxa 212 – juliol del 2017

Venent la teva vida

Hem comentat en algun article que en el món capitalista res és gratuït, ni tan sols allò pel que no pagues. Totes aquelles que utilitzem internet, cedim en major o menor grau, part de la nostra vida a empreses amb més o menys escrúpols que mercadegen amb les nostres dades. S’ha parlat força, tot i que mai és suficient, sobre l’ús que fan les xarxes socials sobre les dades que tan inconscientment posem en les seves mans. Hi ha empreses que amb els nostres missatges, fotos, compres, cerques, geo-localitzacions, consultes mèdiques, etc. estudien els nostres hàbits, gustos, localitzacions, orientació sexual, salut, moviments, viatges, compres, creences, etc. Aquestes informacions formen part de la nostra vida i de la nostra privacitat, ja que podem considerar-les entre les més íntimes de la vida d’una persona.

Ara com ara, la legislació només permet utilitzar aquesta informació per a finalitats estadístiques, impedint que aquestes dades puguin ser vinculades directament a una única persona. Malauradament aquesta protecció es troba en perill. El passat més de març els Estats Units aprovava, amb pocs vots de diferència, una llei sobre la “broadband privacy” (la privacitat de l’amplada de banda). Les implicacions d’aquesta nova normativa recauen directament sobre la garantia de privacitat de la xarxa. La llei permetrà la difusió incontrolada de dades personals, quan fins ara les empreses que tenien aquestes dades estaven obligades a informar a les usuàries de l’ús que en feien. De la mateixa manera, les empreses proveïdores d’internet podrien també mercadejar amb les dades que circulen per les seves xarxes. Aquesta llei només aplica als Estats Units i algunes empreses ja han mostrat la seva oposició a participar d’aquest mercadeig i, fins i tot, algunes s’estan traslladant a altres països com Canada per esquivar-la. Ara com ara, tampoc les usuàries de països exteriors als EUA es veuran afectades. Tot i això, mai s’està prou alerta quan es parla d’assegurar la nostra privacitat.

Més enllà de la part teòrica-tècnica-discursiva, la normativa permetrà a qualsevol persona o empresa comprar dades privades sobre una persona. Podríem veure empreses no contractar a candidates perquè han vist cerques sobre una malaltia que pot suposar moltes baixes, immobiliàries que no lloguin a qui tingui correus-e amb Sindicats de Llogaters, que un banc denegui un crèdit perquè vegi que recolzes la insubmissió a la banca, que pateixis mobbing perquè saben que molta gent busca pis al teu barri, que apareguin fotos particulars en publicitat o vídeos íntims en webs pornogràfics sense autorització o que algú miri quin menjar acostumes a tens a la teva nevera domòtica de darrera generació entre altres.

La pregunta és més important del que sembla: Fins on vols que arribi la teva intimitat?

Article per a La Burxa 211 – Maig del 2017

40 anys d’Ateneu Llibertari de Sants

Enguany s’acompleixen diversos aniversaris d’aquells de números rodons, entre ells, els dels 20 anys del desallotjament del Princesa, de l’okupació del CSOA Hamsa, de l’Espai Obert… Però si hi havia una altre cosa s’havia de celebrar era la del naixement de l’Ateneu Llibertari de Sants. Coneixem de l’existència d’un parell de locals que havien acollit ateneus llibertaris en les nostres contrades d’abans del franquisme, sembla que un d’ells actualment acull l’Ateneu Popular de Les Corts, i es que la història ateneista ve de lluny i ha realitzat grans aportacions a la nostra societat i als moviments socials. Així fou com un grup de gent iniciava en 1976 l’apertura d’aquest Ateneu Llibertari de Sants de l’època de la transacció en el carrer Burgos 55 que perduraria fins el 1982. Si bé els ateneus previs al 1939 tenien com objectiu principal el de fer de pont entre els obrers i la idea de transformació social llibertària, aquest ateneu prendrà com un dels seus eixos de treball el de la participació en la mobilització veïnal, al marge de les associacions veïnals del moment copades pel dirigisme del PSUC i de caràcter poc assembleari; altres eixos de treball serien entorn el feminisme, el món laboral o l’ecologisme, etc. Per celebrar aquesta efemèride, el passat 18 de juny va tenir lloc una jornada amb diferents activitats que començaren amb una taula rodona amb representants de diferents espais i grups de caràcter llibertari que des de llavors han prosseguit amb la tasca de difondre la idea llibertària, posteriorment, un dinar va agermanar diferents generacions que hi participaren i la veu de Mireia Tortosa (Tendur) amaní el sobretaula que portà unes projeccions no anunciades d’un documental sobre els krakers holandesos i una breu peça força desconeguda de les Jornades llibertàries del Parc Güell del 1977.

Article per La Burxa 205 – juliol 2016

Banc expropiat o banc tapiat

El passat 23 de maig va tenir lloc el desallotjament del Banc Expropiat de Gràcia, una antiga oficina de Caixa Tarragona que des de l’octubre del 2011 desenvolupava un ús social de mans de persones que l’havien volgut recuperar de les mans de l’especulació. A dia d’avui, resulta impossible conèixer la quantitat exacta de milers de milions d’euros que l’estat ha aportat en el rescat financer de la nacionalitzada Catalunya Caixa, l’entitat resultant de la fusió que absorbí Caixa Tarragona, i actualment resta en mans del BBVA. Aquesta nacionalització resultà una injecció de capitals a fons perdut de la que se’n desconeixen els beneficiats. Accions com la del Banc Expropiat, lluny de ser legals, poden quedar legitimades en quan pretenen retornar al poble allò que els hi ha estat pres. Aquest centre social va acollir durant els seus 4 anys i mig de vida nombroses activitats socials. Així ho va arribar a reconèixer l’entusiasta de l’autogestió i ex-alcalde de Barcelona, Xavier Trias. De fet, fou aquest el que decidí donar uns generosos 66.500 euros (uns 5.500 mensuals) a la propietat que feu el negoci de comprar el local a l’entitat nacionalitzada en concepte de lloguer, serveis i en pro de la pau social. El local havia passat a pertànyer a Antartic Vintatge, propietat de l’empresari Manuel Bravo Solano. Aquest, està vinculat a un entramat d’empreses del sector immobiliari que comparteix amb alguns membres de la seva família. Per un altre costat, i davant d’un possible contagi de la pandèmia de l’Efecte Banc Expropiat, Isidro Fainé, abans de prendre consciència i redimir els seus pecats presidint la Fundació CaixaBank decidí protegir les propietats de La Caixa tot tapiant-ne les oficines bancàries abandonades que pocs dies abans havien estat denunciades públicament per solidàries amb el Banc Expropiat. A finals de maig, només a la triada Sants – Hostafrancs – La Bordeta, s’havien localitzat una quinzena de locals en desús on hi havia hagut entitats bancàries, de les que mitja dotzena varen ser tapiades en un sol dia, davant de les estupor de moltes veïnes que encara a dia d’avui es pregunten si disposaven de llicència d’obres.

Article per La Burxa 205 – juliol 2016

És bona la pirateria?

És molt normal que en les assemblees d’un espai o col·lectiu polític o social es parli de la necessitat de realitzar cartells, revistes o periòdics. Arran d’això, és habitual sentir alguna una persona que diu “El puc fer jo, tinc un Fotoxop piratejat”, “Jo tinc el Indesain baixat d’internet” o “No en sé massa però puc fer alguna cosa amb el Pogüerpoin que em va instal·lar una col·lega”… Però, segurament no heu pensat mai quines són les conseqüències d’utilitzar aquestes eines encara que estiguin piratejades. En un primer moment pot semblar una decisió innocent i, fins i tot radical. Tot allò que conté la paraula “pirata” pot semblar una cosa alternativa. Però fem-nos algunes preguntes abans d’optar per aquesta opció. No sorprèn que de vegades resulti tan fàcil aconseguir la versió pirata de determinats programes? Determinades empreses de programari han estat molt permissives amb la pirateria informàtica amb el simple objectiu de copar el mercat, monopolitzar el sector i mostrar-se com la eina més útil per a realitzar una determinada feina. No us heu plantejat mai que quan volem compartir quelcom que hem fet amb aquestes aplicacions obliguem a l’altra a comprar o piratejar el mateix programa que utilitzes tu? El programari privatiu acostuma a generar fitxers amb formats exclusius que només poden ser oberts amb els seus programes, forçant que s’estengui el programa, de nou, per copar el mercat. Quina conclusió podem treure d’això? Doncs que utilitzar aquests programes piratejats també beneficia a aquestes empreses en tant que n’augmenta la dependència. Així que si realment voleu ser radicals, és a dir, si voleu atacar la arrel del problema, no utilitzeu més aquests programes i passeu-vos als seus equivalents en programari lliure, deixant així de col·laborar amb les grans multinacionals de la informàtica.

Article per La Burxa 205 – juliol 2016

El meu primer record del CSOA Hamsa #Hamsa20anys

El meu primer record del CSOA Hamsa és el d’anar a fer un beure a la kafeta, no feia ni un any que s’havia okupat. Creuar aquella porta de ferro, el soroll de la planxa del terra que donava pas a un passadís il·luminat escassament per una bombeta i al fons una porta que donava a una sala amb una barra, taules i cadires. Al costat de la barra podies trobar-hi un armari que contenia una distribuïdora amb llibres, discos, pins, pedaços, etc. Un petit forat comunicava aquest espai amb la cuina, accessible des del passadís però que sempre quedava mig oculta per la porta principal. A la kafeta existien dos portes més, una que portaven a uns precaris però practicables lavabos, i una altra consistent en un forat a la paret i una planxa de xapa amb una balda gegantina donaven accés a la nau gran. Aquesta tenia el seu principal accés des del carrer amb una gran porta. Allà podíem trobar-hi un escenari i en els darrers temps un taller mecànic. Des d’aquell mateix passadís, del que parlava abans, unes escales portaven a les plantes superiors, on a la primera planta hi havia hagut, si no recordo malament, un petit local d’assaig i una sala on s’hi feien assemblees i projeccions, una planta més amunt hi trobàvem una molt completa biblioteca. Si seguíem pujant, trobàvem un taller d’arts on es feia pintura, escultura, joieria, etc. L’edifici era molt gran i també tenia en una porta al costat de la qual he utilitzat per iniciar el recorregut que donava accés a la part que es va adequar per ser habitatge. La fàbrica Hierros, Aceros y Metales SA (HAMSA) de més de 10.000 m² es trobava en desús des de 1992 i gran part d’aquesta es trobava en un avançat estat de runa.

Evidentment, un espai okupat no es defineix només per la seva arquitectura i el d’aquest potser dels que menys. El CSOA Hamsa va suposar per a molta gent jove del barri conèixer el que permetia l’okupació, la creació d’un espai de llibertat, lluny de tuteles institucionals i d’interessos privats. És per això que aquella idea era tan llaminera i atractiva a la gent que començàvem a estar cansades de paternalismes. Es trencaven amb ortodòxies i dogmes que exercien un control exhaustiu o es mofaven de les campanyes, estratègies o aliances que es buscaven. Sortíem d’una crisi econòmica i de valors, d’una transició que es convertí en una transacció on aquells que s’autoproclamaven d’esquerres es transformaven en botxins de les lluites del moment. Aquelles «esquerres» exercirien la repressió contra els insubmisos, imposaren reformes laborals, crearen les ETT’s, enduriren el codi penal, crearien la gran estafa del Fòrum de les Cultures, imposaven plans urbanístics a cop de garrot (per exemple el Forat de la Vergonya o la rambla del Raval), planificaven calaixos de formigó per sobre les vies on les veïnes demanaven soterraments, permetien la demostració feixista anual del 12 d’octubre a la propera plaça dels Països Catalans, etc. El CSOA fou okupat el 23 de març de 1996, dues setmanes després de l’okupació del Cinema Princesa en ple cor de la ciutat -la Via Laietana-. En aquells moments, l’Hamsa convivia amb el Cinema Princesa, la Vakeria a l’Hospitalet o l’Ateneu de Korneyà.

Per a aquells que ens vàrem iniciar en l’experiència de l’okupació amb el CSA Can Vies, el centre social de l’Hamsa era com una germana gran. Entre ambdós espais es varen teixir xarxes que conjuntament amb altres espais del barri acabarien generant l’Assemblea de Barri de Sants (ABS). Es farien activitats conjuntes, i fins i tot, es compartirien també agendes.

El 4 d’agost del 2004, després de 129 dies de resistència, el CSOA Hamsa sucumbia a les forces de l’ordre que servien els interessos d’una important cadena de supermercats que tenia l’objectiu de construir-hi allà una de les seves superfícies comercials.

és el d’anar a fer un beure a la kafeta, no feia ni un any que s’havia okupat. Creuar aquella porta de ferro, el soroll de la planxa del terra que donava pas a un passadís il·luminat escassament per una bombeta i al fons una porta que donava a una sala amb una barra, taules i cadires. Al costat de la barra podies trobar-hi un armari que contenia una distribuïdora amb llibres, discos, pins, pedaços, etc. Un petit forat comunicava aquest espai amb la cuina, accessible des del passadís però que sempre quedava mig oculta per la porta principal. A la kafeta existien dos portes més, una que portaven a uns precaris però practicables lavabos, i una altra consistent en un forat a la paret i una planxa de xapa amb una balda gegantina donaven accés a la nau gran. Aquesta tenia el seu principal accés des del carrer amb una gran porta. Allà podíem trobar-hi un escenari i en els darrers temps un taller mecànic. Des d’aquell mateix passadís, del que parlava abans, unes escales portaven a les plantes superiors, on a la primera planta hi havia hagut, si no recordo malament, un petit local d’assaig i una sala on s’hi feien assemblees i projeccions, una planta més amunt hi trobàvem una molt completa biblioteca. Si seguíem pujant, trobàvem un taller d’arts on es feia pintura, escultura, joieria, etc. L’edifici era molt gran i també tenia en una porta al costat de la qual he utilitzat per iniciar el recorregut que donava accés a la part que es va adequar per ser habitatge. La fàbrica Hierros, Aceros y Metales SA (HAMSA) de més de 10.000 m² es trobava en desús des de 1992 i gran part d’aquesta es trobava en un avançat estat de runa.

Evidentment, un espai okupat no es defineix només per la seva arquitectura i el d’aquest potser dels que menys. El CSOA Hamsa va suposar per a molta gent jove del barri conèixer el que permetia l’okupació, la creació d’un espai de llibertat, lluny de tuteles institucionals i d’interessos privats. És per això que aquella idea era tan llaminera i atractiva a la gent que començàvem a estar cansades de paternalismes. Es trencaven amb ortodòxies i dogmes que exercien un control exhaustiu o es mofaven de les campanyes, estratègies o aliances que es buscaven. Sortíem d’una crisi econòmica i de valors, d’una transició que es convertí en una transacció on aquells que s’autoproclamaven d’esquerres es transformaven en botxins de les lluites del moment. Aquelles «esquerres» exercirien la repressió contra els insubmisos, imposaren reformes laborals, crearen les ETT’s, enduriren el codi penal, crearien la gran estafa del Fòrum de les Cultures, imposaven plans urbanístics a cop de garrot (per exemple el Forat de la Vergonya o la rambla del Raval), planificaven calaixos de formigó per sobre les vies on les veïnes demanaven soterraments, permetien la demostració feixista anual del 12 d’octubre a la propera plaça dels Països Catalans, etc. El CSOA fou okupat el 23 de març de 1996, dues setmanes després de l’okupació del Cinema Princesa en ple cor de la ciutat -la Via Laietana-. En aquells moments, l’Hamsa convivia amb el Cinema Princesa, la Vakeria a l’Hospitalet o l’Ateneu de Korneyà.

Per a aquells que ens vàrem iniciar en l’experiència de l’okupació amb el CSA Can Vies, el centre social de l’Hamsa era com una germana gran. Entre ambdós espais es varen teixir xarxes que conjuntament amb altres espais del barri acabarien generant l’Assemblea de Barri de Sants (ABS). Es farien activitats conjuntes, i fins i tot, es compartirien també agendes.

El 4 d’agost del 2004, després de 129 dies de resistència, el CSOA Hamsa sucumbia a les forces de l’ordre que servien els interessos d’una important cadena de supermercats que tenia l’objectiu de construir-hi allà una de les seves superfícies comercials.

FB de Sants Viu #Hamsa20anys

Sonrisas y lágrimas

Desgraciadamente, se ha trabajado muy pocas veces el tema de la liberación de los pueblos desde una perspectiva libertaria, y del mismo modo sucede cuando el nacionalismo plantea modelos políticos desde donde desarrollar la soberanía de su nación obviando habitualmente la ausencia de estado como una solución a ese objetivo. Esta situación va asociada al cacao mental que supone intentar definir los conceptos estado, soberanía, nación, pueblo, comunidad, etc. Más aún cuando esos conceptos no definen lo mismo dependiendo del lugar o de la lengua en la que se hable. A esto, hay que añadir la simplificación claramente interesada que se hace de toda esta problemática cuando se trata desde los medios de comunicación, con la gran influencia que suponen para el imaginario de gran parte de la sociedad.

Intentaré condensar brevemente unos pocos conceptos, realizando una propuesta de definiciones para poder entendernos, aunque sólo sirva para este texto. Podemos decir que un estado es un marco legal, ligado a un modelo organizativo que afecta a un país. Un país es una parte del globo que por diferentes motivos (bélicos, parentales o casuales) ha pasado formar parte de un ente político común y a ser dominado por un gobierno. Dicho gobierno es el poseedor de la soberanía de ese territorio, es decir, tiene la capacidad gestionarlo según sus necesidades y obligaciones. Dicha institución gestionará ese territorio como una propiedad, teniendo en cuenta en mayor o menor grado a aquellos que habitan dentro de ese territorio.

Existe otra palabra sobre la que tenemos que dejar clara su definición, pues existe una doble versión de la misma, y esta es nación. Por un lado, a partir de la Ilustración y de la Revolución Francesa, se utiliza el concepto de nación-estado para hablar del conjunto de ciudadanos de un estado, siendo ese marco legal el que lo condiciona; por otro lado, a partir del Romanticismo, se utiliza la nación-cultural, que se define a partir de unos rasgos característicos comunes como son lengua, cultura, costumbres, gastronomía o incluso la religión, creando de esta manera una cosmovisión que sirve a las personas que forman parte de ella para situarse dentro de su cotidianidad. Este conjunto de características de la nación-cultural nos dan a entender que la cultura es la que configura una cosmovisión y a veces incluso una cosmogonía (explicación más bien mitológica y poco científica de las cosas), donde las sociedades contemporáneas, más científicas, sustituyen a esta última parte por una más cosmológica (científica). Una concepción de la nación que es incluso anterior a la del estado e independiente de éste. Y, de hecho, lo que suele suceder es que esas naciones-estado intenten minorizar a las naciones-culturales.

A partir de esta última definición la lógica nos lleva a analizar cómo, en la práctica, la relación entre estas naciones y los estados de este planeta se plantea como un modelo de relación de “varios a varios” o NaN; es decir, un estado puede incluir más de un nación y al mismo tiempo una nación puede formar parte de más de un estado. También hay que añadir que una nación no tendría porque tener un marco territorial concreto, finito y contiguo, pero suele encontrarse en alguna región geográfica concreta del globo terráqueo. Pero también es cierto que, cada día más, más de una cultura convive en espacios geográficos comunes.

He realizado estas propuestas de definición e intentado esclarecer el porqué hace falta diferenciar dos conceptos que históricamente a algunas les ha interesado mezclar. Ahora planteemos -como libertarias/anarquistas/autónomas- cómo esa relación NaN puede convertirse en Na0; es decir, si podemos agruparlas en nuestro planeta sin necesidad de que estén vinculados a estados, pues nuestro modelo social pasa por su desaparición. Una desaparición de los estados que no debería suponer la desaparición de las naciones, pues como hemos visto son dos cosas diferentes.

Existen ensayos de cómo podría ser ese modelo político de naciones sin estado que pasan por desarrollar el concepto de confederación que ya planteó en su momento Piotr Kropotkin, complementado con los planteamientos que posteriormente reivindicarían la Organización Revolucionaria del interior de Macedonia y Adrinoble en agosto 1903, el magonismo durante la revolución mexicana en 1910, el makhnovismo ucraniano en 1918, la organización de la provincia libre de Shinmin durante la guerra de Korea contra el Japón de 1929 -1931 y otros no tan marcadamente libertarias pero igual de próximas y vigentes como el Zapatismo mexicano o el Confederalismo Democrático en Rojava del Kurdistan.

En el marco de un siglo XXI, después de la caída del muro de Berlín donde el “comunismo” perdió el Este y tras lo cual el capitalismo se sumió en la bacanal más grande desde 1929, llega el momento de construir un mundo nuevo. El capitalismo feroz deja diariamente un reguero de muertos en guerras intestinas y en los viajes de las famèlicas legiones que intentan huir de sus desastres locales y van en busca de paraisos inexistentes. Resulta muy fàcil hacernos creer que estas muertes son inevitables y se camuflan bajo la apariència de conflictos tribales o religiosos, mientras nos esconden los beneficios producidos por el mercadeo con el petròleo, el coltán u otros recursos energèticos o minerales que se esconden bajo el terreno bèlico. Mientras tanto, esa parte del mundo autodenominada Occidente mira a sus víctimas como si se tratara de una fugaz pesadilla de la que nos olvidamos con facilidad. Eso sirve para agradecer a nuestros amos que nos gobiernen con mano firme para que eviten que llegue la sangre a nuestros ríos. Pero de vez en cuando, como vimos en Atocha o París, alguien nos recuerda que no estamos en ese mundo y socializa las barbaries que se cometen diariamente en el resto del planeta. Pese a ello la industria bélica no para ni para reponer fuerzas y ello alimenta a los inversores que mueven sus activos desde la ya caduca industria europea.

La pobreza y la miseria dejada por nuestro Occidente alrededor del mundo también genera mano de obra barata, en algunos momentos llega incluso a ser esclava, lo que permite a las grandes multinacionales abaratar costes llevando allí sus centros de producción. Eso sí que nos afecta, porque nos toca de cerca cuando se cierran nuestras fábricas, nuestros indústrias, nuestras minas… Esa deslocalización de los puestos de trabajo que nos deja sin los sustentos, sin las casas y sin los privilegios que hasta hace poco nos permitían tener en ese juego llamado estado del bienestar. Aquí, cuando nos tocan en primera persona es cuando nos despertamos, salimos y tomamos los espacios públicos en concentraciones, manifestaciones, sentadas, ocupaciones y okupaciones, etc., e incluso hay quien delega en las urnas su actividad militante esperando a que nos lo solucionen esos gestionadores de los estados que mentaba antes.

Ahora intentaremos explicar aquello que denominan “el procés”. Para hacerlo, permitidme retroceder unos años atrás, hasta el 2004. La Generalitat de Cataluña abrió unos foros virtuales donde “debatir” la reforma del Estatuto. La petición más repetida sería la de la legalización de la marihuana y los principales debates censurados eran los que giraban en torno a este tema y los de la represión ejercida por los Mossos. El articulado pasó por diferentes cribas políticas y judiciales que llevarían a hablar a Montilla de una creciente desafección hacia “España”. Las reformas de los estatutos llegarían también a otras comunidades autónomas y en las más cercanas (la valenciana, la aragonesa o la balear) las rellenaron de medidas que pretendían distanciarse de cualquier hipotética complicidad, no contemplando ni tan siquiera las existentes en el ámbito lingüístico o cultural. Posteriormente vendrán las consultas sobre la independencia celebradas en 554 municipios, una iniciativa nacida de una base social heterogénea, y una muestra de ello es la amplia variedad de modelos de pregunta que se hicieron. Posteriormente se celebrarán masivas demostraciones por el centro de la ciudad de Barcelona. En la primera manifestación, la del 10 de julio de 2010, José Montilla tuvo que huir por los insultos y algún intento de agresión que sufrió, y en la del 11 de septiembre 2012, CiU intenta condicionar su participación y suavizar el discurso independentista de la misma. También aparecieron fuerzas políticas (Reagrupament o SI) como fruto del descontento de aquellos que se sentían independentistas, sin olvidarnos de la entrada disruptora de las CUP en el Parlamento. La crisis y los recortes en los servicios básicos nutrieron el movimiento de los Indignados y por poco no incluyeron la defensa de la liberación nacional, que no fue recogida entre los puntos básicos debido al bloqueo del consenso que mantuvieron menos de una docena de personas de sentir españolista dentro de una asamblea de más de 500). CiU, creyendo liderar el proceso, intentó aprovechar el tirón convocando unas elecciones anticipadas que le hicieron perder un gran número de escaños. Las propuestas políticas ciudadanas como las consultas, las manifestaciones, la Vía Catalana del 2013, la V en 2014 y la macro-concentración de Meridiana del 2015 han traído de cabeza a las fuerzas políticas tradicionales, que en un primer momento no supieron asumir este movimiento social y que finalmente intentaron capitalizarlas absorbiendo sus cúpulas directivas en una candidatura única llamada Junts pel Sí (JxSí), que se suponía disolvía a ERC y CDC (la C de CiU) en su interior. Un último movimiento a la desesperada de CDC para conservar en la silla a su M. H. presidente Mas, después de ver como caían en picado, elecciones tras elecciones, cediendo votos a opciones como ERC y CUP.

Ahora, unos meses después de las elecciones el panorama es incierto. JxSí se ha metido el tortazo de su vida y no consiguió la mayoría absoluta que esperaban. Para hacer gobierno esperan que la CUP les dé su apoyo o como mínimo se abstengan. En la CUP no lo tienen claro, hay gente que apoya no evitar un nuevo gobierno de Mas -que sólo necesitaría de la abstención de la CUP-, otra que apoya no evitar un gobierno de JxSí pero sin Mas -igual abstención de CUP- y otra que de ninguna manera quiere facilitar la investidura a JxSí. Así que se supone que el pulso se mantendrá alrededor de las políticas sociales que se van a llevar a cabo y cómo se van a reflejar también éstas en ese nuevo estado para que no sea tan liberal como los demás. Parece que el 27 de diciembre se sabrá el desenlace que, sea cual sea, seguro abrirá heridas en el sí de la CUP.

Una vez puestos en contexto, volvamos a nuestros movimientos sociales, a nuestras casas okupadas o ateneos y lloremos sobre la espalda de alguna compañera mientras nos hacemos las preguntas: ¿Cuál es la asamblea donde se decide sobre el modelo político de esta nueva entidad política catalana? ¿Qué células anarquistas levantarán barricadas si los tanques entran de nuevo por la Diagonal? ¿Cuanta gente de la ANC piensa que el anarquismo es algo no forzosamente vinculado a drogas y cerveza fría? ¿Sabe Artur Mas dónde está el Kurdistán? Y nuestra mayor pregunta… ¿Donde se habla de Kropotkin en el Procés? La respuesta es para seguir llorando. Nuestro bajo grado de incidencia es ridículo, por mucho que la prensa derechosa no se canse de tildar a la CUP de partido anarquista y de llamar a ese posible pacto para la independencia “pacto de Can Vies”.

Pese a todo ello aún quedan sonrisas que dibujar cuando vemos todo aquello que arañamos al poder -esperemos que por mucho tiempo- cuando recordamos lo conseguido con el CSA Can Vies, La Harmonía, La Flor de Maig, Can Batlló…, donde proyectos más o menos autogestionados recuperan espacios de poder como antaño cuando se hablaba de construir una sociedad paralela. Y ver que, pese a la represión, hay quien aún ejerce la gimnástica revolucionaria y hace que las calles recuerden de nuevo aquella ciudad de las Germanies de València, la dels Forans en Mallorca o Rosa de Fuego que fue Barcelona. Y es entonces cuando parece que el mundo renace de sus cenizas.

Entrada la noche, seguiremos luchando, a veces entre sueños, por una confederación de pueblos libres de los Països Catalans.

21 de diciembre del 2015
Aborigenen Internatzionala – Internacional Aborigen – 2

Què decidim decidir?

El passat 25 d’octubre va tenir lloc a l’Espai Obert un debat organitzat per Negres Tempestes amb el títol “El paper de llibertàri*s en el «procés» d'”alliberament nacional” en el que hi van participar persones del Col·lectiu Llibertari Heurea Negra de Vallcarca, l’Espai Llibertari i Autònom de la CUP i del Grup de Reflexió per l’Autonomia. Després de més de dues hores d’intervencions, la majoria de les opinions apostaven per la llibertat dels pobles, però sense tenir com a objectiu crear nous estats, sinó aprofitar l’avinentesa per qüestionar l’existència d’aquests. De fet, el qüestionament dels marcs legals en els quals es fonamenta tot allò que va envoltar el 9N, ja pot suposar en si mateix qüestionar-se’n l’origen o, per les que vulguem anar més enllà, l’existència. El que genera més debat potser és el com portar-ho a terme i com incidir en altres subjectes polítics que abraçaven espectres molt més amplis de la població que no pas el nostre. Darrerament, el mateix debat s’ha replicat en altres espais llibertaris amb un resultat molt similar.

Entre les participants existeixen diferents punts de vista a l’hora d’afrontar allò que es coneix com el «procés», hi ha des de qui fa èmfasi en la necessitat de participar d’aquests espais més amplis a qui els rebutja plenament. Hi ha qui al marge de com es faci aquest recorregut perfila una futurible independència total fonamentada en una federació o confederació de pobles fonamentades en estructures horitzontals, assembleàries, autogestionades… Fins i tot, hi ha qui apunta que aquest objectiu final pot iniciar-se ja en l’actualitat.

Sembla que cada cop més gent entén que la llibertat dels pobles pot no veure’s com quelcom aliè de les aspiracions de la idea llibertària, el que sí que sembla divergent és com podem dur-la a terme, i com, en el moment en què ens trobem, podem incidir o no, o fins i tot si hem de fer-ho. També cal destacar en aquesta línia la Via Llibertària de l’11 de setembre o el Manifest pel No-Sí. Si bé algunes persones han preferit obviar, ridiculitzar o atacar allò que es coneix com a “procés”, altres han cregut necessari intentar incidir-hi.

Un cop passada la data del 9 de novembre, que semblava hauria de ser un punt d’inflexió, caldrà estar pendent de com evoluciona tot plegat des del punt de vista polític i parlamentari. La promesa d’unes eleccions plebiscitàries sembla condicionada per CyU a una candidatura única que faria de paraigües de les diferents candidatures pro-sobiranistes. No sabem res del restant programa electoral, desconeixem en el dia d’avui quines polítiques socio-econòmiques faria aquesta candidatura en cas de guanyar. Potser la lògica suposaria que la seva victòria hauria d’arrossegar cap a una declaració unilateral d’independència, una immediata dissolució de la cambra i unes noves eleccions on la gent pogués triar l’opció política més afí. Tornem així al mateix dilema de sempre, què és primer, l’ou o la gallina? Oblidem que la constitució d’un estat en si mateix ja suposa la creació d’uns marcs legislatiu, executiu i judicial que el regirien? Qui crearia tot aquest corpus d’aquest estat? Es crearia per construir-lo a imatge i semblança d’algun altre existent? Hi ha qui ja està treballant per crear totes aquestes eines pel dia D? Qui els hi ha atorgat aquest poder? I sobretot, volem un estat? En coneixem algun d’exemplar?

Cal apostar per a què els futurs moviments ciutadans plantegin oblidar-se del marc quatre-provincial del Principat i no condemnin a l’ostracisme la resta de territoris dels Països Catalans, que no es faci una aposta per la creació d’un estat, sinó per la desaparició d’aquests i apostant per la confederació de pobles lliures. Cal que el «procés» no s’oblidi d’aquelles que dia rere dia passen dificultats per sobreviure i ens dirigim cap a una societat on puguem autogestionar les nostres vides, deixant al marge el capitalisme, el patriarcat, el bel·licisme i altres formes de repressió. Cal construir una societat nova sense desigualtats i que respecti la llibertat dels pobles.

Article aparegut a La Burxa No. 188, desembre de 2014

Desconstruint el procés

Existeixen opinions diferents sobre on situar l’inici d’allò denominant “procés”. Sense voler menysprear a totes aquelles que portem defensant aquesta opció política des de fa molts anys, permeteu-me retrocedir un xic fins uns deu anys enrere. La Generalitat de Catalunya obrí uns fòrums virtuals on “debatre” la reforma de l’Estatut. La petició més repetida seria la de la legalització de la marihuana i els principals debats censurats eren els que giraven entorn d’aquest tema i els de la repressió exercida pels Mossos d’Esquadra. L’articulat va passar per diferents sedassos polítics i judicials que portarien a parlar a Montilla d’una creixent desafecció vers “Espanya”. Les reformes dels estatuts arribarien també a altres comunitats autònomes i en les més properes (valenciana, l’aragonesa o la balear) s’omplirien de mesures que pretenien distanciar qualsevol possibilitat de complicitat, ni tan sols en l’àmbit lingüístic o cultural entre aquestes. Arribarien les consultes sobre la independència celebrades a 554 municipis, una iniciativa nascuda d’una base social heterogènia, mostra d’això n’és l’àmplia varietat de models de pregunta que es varen fer. Arribarien massives manifestacions pel centre de la ciutat de Barcelona. En la primera manifestació, la del 10 de juliol del 2010, José Montilla va haver de fugir pels insults i algun intent d’agressió que va patir, i en la de l’11 setembre 2012, CyU intentava condicionar la seva participació a suavitzar el discurs independentista d’aquesta. Aparegueren forces polítiques (Reagrupament o SI) fruit del descontentament d’aquells que es sentien independentistes, sense oblidar l’entrada disruptora de les CUP en el Parlament. La crisi i les retallades en els serveis bàsics, nodriren el moviment dels Indignats, i per poc no van incloure la defensa de l’alliberament nacional (no recollit en els seus punts bàsics per un bloqueig del consens d’algunes persones de sentir espanyolista). CyU, creient-se liderar el procés, va intentar aprofitar-ne la tirada convocant unes eleccions anticipades que li feren perdre un gran nombre d’escons. Les propostes polítiques ciutadanes, com les consultes, les manifestacions o per últim la Via Catalana 11s 2013, han portat de corcoll a les forces polítiques tradicionals que no han sabut entomar aquest moviment social.

Ara com ara, i amb unes futuribles eleccions anticipades amb un presumpte caire plebiscitari de cara a la primavera del 2015, el panorama polític parlamentari no deixa marge a l’esperança i caldrà que sigui la gent qui surti de nou al carrer a marcar el full de ruta. M’agradaria no oblidar-me de parlar de qui planteja que cal prioritzar la creació d’un nou estat i que un cop el tinguem ja decidirem de quin format. ¿Pretenen fer-nos oblidar que la constitució d’un estat en si mateix ja suposa l’acceptació de la creació d’unes estructures qüestionables? L’aparició d’un estat necessita la creació d’uns marcs legislatiu, executiu i judicial que el regirien i que ja alguns s’esforcen a construir-lo a imatge i semblança d’altres existents. Quin model d’estat volen copiar? En tenim algun d’exemplar? El francès, l’espanyol, l’andorrà, l’estado-unidenc?

Aprofitaria doncs per proposar que en els futurs moviments ciutadans plantegem oblidar-nos del marc quatre-provincial del Principat i no condemnem a l’ostracisme el resta de territoris dels Països Catalans, que no es faci una aposta per la creació d’un estat, sinó per la desaparició d’aquests i apostant la confederació de pobles lliures, que el procés no s’oblidi d’aquelles que dia rere dia passen dificultats per sobreviure i ens dirigim cap a una societat on puguem autogestionar les nostres vides, deixant al marge el capitalisme, el patriarcat, el bel·licisme i altres formes de repressió. Hem de construir una societat nova sense desigualtats i per la llibertat dels pobles.

Article escrit per a l’especial La Rosa dels Vents de l’11 de setembre de 2014