Arxiu de la categoria: Entrevistes

Cambiarlo todo: Comités en Defensa de la República Catalana

El conflicto en Cataluña está lejos de resolverse. La región lleva casi cinco meses intervenida por el gobierno español y varios referentes y políticos independentistas permanecen presos o exiliados. En ese particular contexto crecen los CDRs, espacios asamblearios que nuclean a cientos de personas en diferentes barrios y pueblos para luchar a favor de la independencia. La organización recupera la tradición anarquista y de izquierdas de la historia catalana, en el marco de un movimiento independentista que paradójicamente tiene su mayor representación institucional en un partido político que acumula casos de corrupción y políticas neoliberales.

Por Lucía Maina para La tinta

El independentismo catalán se parece a un caleidoscopio: según cómo lo miremos y hacia dónde lo hagamos girar, la cosa puede tomar una forma u otra, las piezas pueden unirse o separarse, tomar un rumbo u otro bien distinto. El movimiento soberanista en Catalunya puede verse como un reclamo de la burguesía por concentrar recursos en la región más rica del estado español; una estrategia de la clase política que apela al nacionalismo para capitalizar una reivindicación masiva; o una vía que el pueblo ha encontrado para romper con la monarquía y avanzar hacia un cambio social. Ésta última es quizás la versión que más se acerca a los Comités en Defensa de la República (CDRs), un espacio asambleario que recupera la tradición anarquista y de izquierdas de Cataluña y los aires revolucionarios que brotaron del 15M.

Los CDRs surgieron primero como Comités en Defensa del Referéndum en octubre de 2017, en el marco de la votación que se celebró el primero de ese mes y que se volvió un momento bisagra para Catalunya. Después del triunfo del sí en las urnas, el Parlamento catalán constituido por una mayoría independentista aprobó el 27 de octubre una declaración en la que proclamó el establecimiento de la República Catalana como “Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social”. Cuarenta y cinco minutos después, en Madrid, el Senado aprobaba la intervención de la región, medida que continúa hasta hoy y que supuso el cese del presidente de la Generalitat Carles Puigdemont y su gobierno, la restricción de los poderes del Parlamento y la convocatoria a elecciones.

En los meses que siguieron hubo detenciones a diversxs referentes y políticxs del independentismo, algunxs de los cuales aún hoy se encuentran en prisión preventiva acusadxs de sedición.  Otrxs se exiliaron en Bruselas, entre ellos el propio Puigedemont. En gran parte, es esta inhabilitación de los líderes del movimiento la que ha impedido hasta ahora la investidura de un nuevo presidente de la región por parte del parlamento catalán, que nuevamente posee una mayoría independentista después de las elecciones de diciembre pasado.


Mientras tanto, cada semana se repiten las manifestaciones que reclaman “libertad a los presos políticos”; los lazos amarillos, símbolo de este reclamo, se multiplican en todos lados, y miles de vecinxs se reúnen en asambleas, asociaciones y partidos políticos para avanzar hacia la soberanía.  


Oriol me espera en un atardecer de febrero en Barcelona, parado debajo de un mural inmenso que dice “Poder Popular”: es la puerta de Can Vies, centro social ocupado del barrio de Sants. Él integra el Comité en Defensa de la República de esa zona, que es tan solo uno de los alrededor de 200 CDRs que se han conformado en diferentes barrios de la capital y  en los pueblos catalanes.

comites-ctalunya-can-vie
Foto: Lucía Maina

La última vez que estuve en este mismo lugar fue el 29 de mayo de 2014: el mismo día que en Argentina conmemoramos nuestro Cordobazo, en este barrio barcelonés se realizaba una revuelta popular que impidió el desalojo de este centro autogestionado, que ahora ya lleva 20 años funcionando. El fuego brotaba en esquinas y contenedores, y miles de personas corrían por las calles angostas perseguidas por los disparos de los Mossos d’Esquadra, la policía catalana. Paradójicamente, en estos días, la Justicia está investigando a la cúpula de ese cuerpo policial, acusada de haber actuado a favor de los independentistas durante el referéndum del 1 de octubre.

Oriol me aclara que él esta aquí para hablar como integrante del Comité en Defensa de la Republica del barrio de Sants, y no en nombre de Can Vies, ya que en la casa no hay consenso sobre el apoyo al independentismo. Cada hecho, cada rincón expresa lo caleidoscópico de este movimiento, que une y divide posturas hacia dentro y hacia fuera de todos los sectores y clases sociales.

Defender las urnas, enfrentar la represión

“En cada lugar y en cada población los CDRs surgen de formas distintas”, empieza explicándome Oriol. Aquí en Sants, me cuenta, el espacio se formó en septiembre pasado como una asamblea abierta a distintas personas y organizaciones para aunar esfuerzos en garantizar el referéndum y enfrentar la represión que se veía venir. Las características y posiciones de los distintos comités también varían, agrega, especialmente entre aquellos que funcionan en Barcelona y las organizaciones del resto de Catalunya, porque “en el interior la cultura es más conservadora y en un CDR de un pueblo de 500 personas, por ejemplo, está todo muy mezclado”.

—¿Quiénes participan de los CDRs? ¿existe cierta unidad dentro de la organización?

Ha habido diferentes fases. En un primer momento aparecía esa fase de represión y mayoritariamente fueron movimientos sociales. Además aquí ni tan solo se llamaba CDR cuando apareció, sino que eran como grupos de barrios, de pueblos. Cuando se vio que en el referéndum había algo más que organizar, que había que defender colegios y proteger a la gente que pudiera hacer cola para ir a votar, entonces ya se hizo más amplio. Participaron  padres, madres, grupos de escuelas que aquí les llamamos AMPA (Asociación de Padres y Madres de Alumnos), gente que quería votar, gente de movimientos sociales, y así se empezó a organizar la defensa de lo que sería el referéndum.

catalunya-feminismo-patria-estado-7

—Antes de que llegara el 1 de octubre ya hubo una organización bastante horizontal para traer las urnas…

—Si, esta parte es bastante simbólica porque las urnas las trajeron desde un pueblo de Francia donde muchos refugiados republicanos estuvieron en un campo de concentración cercano cuando acabó la guerra civil. Hubo gente que hizo una excursión hasta allí para buscar las urnas, las tuvo escondidas en su casa durante el tiempo que hizo falta, hablamos incluso de meses.


Yo no sé qué es lo que esperaban que sucediera desde las instituciones, pero si no hubiera sido desde la auto organización de las personas de todos los pueblos las urnas no hubieran llegado y esto no hubiera pasado. Además de todo lo que supuso la resistencia o la permanencia de gente que hubo en las escuelas durante todo el fin de semana para que pudieran estar abiertas el domingo como colegio electoral.


—¿En ese momento ya estaban constituidos los CDRs?

—Eso depende de cada lugar. Actualmente sí que los CDRs están empezando a tener una organización relativamente estática, para coordinarse entre ellos y de funcionamiento y demás pero hasta este momento han funcionado como lo hacen la mayoría de colectivos y organizaciones federales o confederales. En Barcelona hay comités en varios barrios, prácticamente en todos, que hace que te encuentres en una territorial, que después va a una territorial más arriba. No hay una jerarquía marcada porque la gente que va a estas asambleas va cambiando. La idea es que sea lo más asambleario y horizontal que se pueda.

—¿Existe una instancia de decisión común de todos los CDRs de Catalunya?

—La idea parte de todas las estructuras federales o confederales que ya se ponen en práctica; ya hay muchos sindicatos, por ejemplo, que trabajan de esta forma, las CUPs –partido independentista de izquierda- también dicen trabajar asambleariamente. Es una práctica que para la mayoría de los movimientos sociales ya era bastante conocida y que es novedosa para mucha gente que hasta ahora no había participado en ningún colectivo, ni tan solo se había planteado nada de política en su vida y ahora, con la participación en los CDRs, han encontrado una manera de sentirse útiles o de empoderarse: que tus decisiones tiren adelante con la complicidad de otra gente y como mínimo no encontrarte solo y sin amparo delante de todo lo que nos está cayendo.

españa-represor-catalunya
Foto: Lucía Maina

—Imagino que mucha participación surgió a partir del 1 de octubre y de la represión que se vivió ese día…

—El 1 de octubre fue un revulsivo para gente que aún no estaba del todo convencida. La represión de la mañana hizo que gente que estaba un poco al margen y no quería implicarse en el referéndum se apuntara por la tarde. Fue una bestialidad sin proporciones e hizo que mucha gente se cuestionara muchas cosas.


El mismo referéndum ya planteaba dos grandes hechos: uno el debate entre lo que es legal y lo que es legítimo y por otro la desobediencia. Cuando cuestionas las leyes porque no te las crees tienes que plantearte una desobediencia y cómo tiene que ser.


Aquí la opción que eligió la gente es el hecho de intentar evitar al máximo cualquier respuesta violenta a la agresión que pudiera haber, hacer resistencia pacífica a la actuación policial.

—¿Hubo nuevos hechos de represión en todo este tiempo?

No, por suerte la violencia del 1 de octubre no se volvió a repetir. Hubo posteriormente dos huelgas generales, el 3 de octubre y el 8 de noviembre y fueron manifestaciones masivas, totalmente pacificas, y no hubo ningún choque en la calle ni piquete. De todas maneras si hubo situaciones con la policía en pueblos, por ejemplo en Calella la Policía Nacional se alojaba en un hotel y fue gente a manifestarse para exigir que los cambien de sitio. Una noche los policías salieron del hotel y se dedicaron a meterle palo a todo el que anduviera en la calle: incluso se pudieron ver en la televisión algunos policías haciendo saludos fascistas, pidiendo a gritos que los dejaran actuar.

—¿Cómo se está viviendo en la población y en las organizaciones sociales la intervención de la región desde Madrid con la aplicación del artículo 155?

—A nivel de la población general el 155 no ha afectado a grandes niveles, ha afectado a aquellos que trabajaban para la administración porque si que ha habido recortes en algunos puestos de trabajo que dependían de la Generalitat, y todo lo que depende de una subvención o presupuesto de la Generalitat ha quedado parado. La población de la calle no ha notado esa presión del 155, a excepción de que se han cargado el gobierno, han encarcelado a políticos, a dos líderes de entidades políticas y a una parte del gobierno que está en el extranjero. Desde los CDRs la idea es que una vez pasado el referéndum hay que hacerlo efectivo. Cuando hubo la proclamación de la república, entre muchas comillas, se dio un paso más también aprobando una ley de transitoriedad jurídica que suponía salirse ya del marco jurídico del estado español. Los CDRs entienden que en la situación actual lo que se debe hacer es afrontar que ya se ha iniciado el proceso para tirar hacia adelante la república. Yo por ejemplo participo de la comisión de Procés Constituent dentro del comité, con la idea de plantearnos qué forma debe tener esta república que se quiere crear a nivel sanitario, educativo, legal.

Entre las instituciones y las calles

Algunas de las miles de personas que hace años o hace meses se han subido al tren del independentismo han sentido en la piel la mayor experiencia política de sus vidas. Han amasado con sus manos la posibilidad de decidir y debatir cómo vivir y cómo organizarse en su comunidad local y han puesto sobre la mesa las preguntas censuradas desde el fin de la historia por el mundo global del capital. Han abrazado la esperanza de “canviar-ho tot”, de cambiarlo todo, aquí y ahora. Así lo repiten las consignas del sector más anarquista o más a la izquierda del independentismo catalán, independentismo que paradójicamente tiene su mayor representación institucional en Convergència i Unió, partido que aglutina a gran parte de la burguesía catalana y acumula en sus largos años en el poder casos de corrupción, medidas antipopulares y políticas neoliberales.

—Teniendo en cuenta que ideológicamente hay una diversidad tan amplia dentro del independentismo ¿Que se está pensando sobre la república que se quiere construir en cuanto a lo político, lo social, lo económico?

—Nosotros desde Procés Constituent no queremos plantear un modelo cerrado de constitución o de modelo social sino que buscamos que sea la misma población la que acabe generando su discurso. Ahora mismo, desde el CDR de Sants pero como proyecto que queremos trasladar al resto de CDRs de Catalunya, hemos creado unas encuestas para que la gente vaya respondiendo qué modelo de sanidad, de cultura, de educación, etc. quiere para esta futura república. También para llevar un poco la contraria a los movimientos tan ultraliberales que existen por el otro lado,  y que ya han escrito no sé cuantas constituciones, creadas por expertos en cada uno de los temas.

Cataluña-independiente
Foto: Lucía Maina

—¿Te refieres a constituciones creadas desde dentro del independentismo?

—Si, dentro mismo del independentismo. No nos podemos engañar de que tenemos una parte de burguesía que también apuesta por esta república y por esta independencia, pero por suerte cada vez es más minoritaria. Podemos decir que la mayoría de la gente de la independencia apuesta ya por modelos sociales diferentes viendo lo que es este modelo liberal y de Unión Europea que tenemos.


Aquí, un tiempo antes del referéndum, hubo una macro manifestación para pedir la acogida real de los refugiados, esto en el resto de Europa no se ve: más bien todo lo contrario, el fascismo y el nazismo ha crecido enormemente y en cambio aquí somos más propensos a planteamientos de izquierdas. Yo tengo esa esperanza de que la parte de la población catalana que siempre ha querido tener un ideario de izquierda sea la que consiga crear ese modelo social.


—Volviendo al momento actual, ¿cuál es tu postura en cuanto a la investidura del presidente y a la posibilidad de que Puigdemont asuma desde el exilio? ¿Qué debate se está teniendo desde los comités sobre la situación del gobierno?

—No sé si se está teniendo demasiado debate… Sí que nos afecta, porque al final las instituciones son las que se supone que tienen que acabar recogiendo el fruto de lo que estamos haciendo, pero desde los CDRs ha quedado un poco claro que si no es por la gente las instituciones no mueven nada. Todo lo que pueda venir de aquí hacia adelante, si no sigue con una presión constante desde la calle, nos hará ir retrocediendo otra vez a una situación como la que teníamos hasta ahora: una autonomía subyugada. Y no sé si la gente está dispuesta a aceptar este retroceso después de haber recibido los palos del 1 de octubre y todo lo que ha pasado. Entonces la investidura al fin y al cabo son luchas de poder entre partidos y quien pueda conservar la silla. Entiendo la presunta legitimidad del gobierno, que lo han echado y que tiene sentido que vuelva, pero si realmente se cree en el discurso y el proyecto político que defienden lo último que debería importar es el nombre de la persona que tire hacia adelante ese proyecto. Lo más importante es que se cree un gobierno del pueblo.

*Por Lucía Maina para La tinta

Publicada el 16 de març del 2018 al La Tinta (Argentina)

Preguntas y respuestas para la Internacional Aborigen

Como sabéis, a finales de mayo se produjeron durante varios días disturbios en el barcelonés barrio de Gracia.

El País – 16 heridos y un detenido tras el desalojo de un banco ‘okupado’ en Barcelona

El Periódico – La batalla campal en Gràcia se salda con 15 heridos y un detenido

El motivo, el desalojo del Banc Expropiat. Una factoría de trabajo y proyectos solidarios, insertado en el epicentro del popular barrio de Gracia. La protesta de los jóvenes y vecinos saltó a la calle y durante varias jornadas se reprojeron los incidentes, con un alto saldo de heridos y algunos detenidos.

Cadena Ser – Batalla campal entre antidisturbios y jóvenes en Barcelona tras un desalojo

Se volvió a reocupar y a desalojar el banco.

Nació Digital – Els okupes del «banc expropiat» de Gràcia asseguren que han recuperat el local

Directa – Els Mossos desallotgen cinc persones que havien reokupat el Banc Expropiat

Y finalmente la cuadrilla de la ultraderecha mediática arremetió contra okupas, las CUP y la alcaldesa Ada Colau, llegando a inventar acusaciones que implicaban en los hechos a diversor sectores políticos de la izquierda revolucionaria y a grupos concretos.

La Vanguardia – Tres grupos organizados están detrás de la violencia de Gràcia

Negres Tempestes y Áurea Negra: así se organiza la ‘kale borroka’ de Barcelona

Uno de los grupos citados por los medios del revanchismo ultra fue Negres Tempestes. La Internacional Aborigen se ha puesto en contacto con Oriol, uno de sus miembros, y esto es lo que nos ha contado:

1.- Como interpreta Negres Tempestes que desde diversos medios de información de la extrema derecha española se les asocie con los disturbios producidos en Gracia tras el desalojo del banco ocupado.
Existe un intento de criminalización de la disidencia en general, como se ha podido ver reflejado en los medios durante las protestas por el desalojo del Banc Expropiat. Esto lo hacen para legitimar por qué acaban con un espacio como este, obviando todo el trabajo político y social que allí se desarrollaba, así como el debate entorno al rescate de los bancos y la especulación que ha habido entorno a su rico patrimonio.
Nuestro discurso radical, entendiéndolo como transgresor y paliativo de los problemas desde su raíz, resulta de difícil comprensión para aquellos que no ven más allá de su dogma de fé y de su revelaciones llegadas mediante profetas iluminados por la gracia de Dios.
Nuestra implicación en el CSA Can Vies desde nuestro nacimiento, así como nuestra colaboración y solidaridad con múltiples espacios y colectivos puede pensarse que es el motivo por el que nos hayan puesto en su punto de mira. Pero des de nuestra perspectiva, nada más allá de un par de búsquedas por Internet deben haber llevado a un ultra esotérico chaman de España 2000 llamado Ernesto Milà a plantear una conspiranoia en la que sólo olvida añadir a judíos, masones y a los espíritus malignos de Los Amigos de Durruti.

2.- Qué esta sucediendo en Barcelona, como se valora la actual ofensiva contra los espacios autogestionados. Hay incluso quienes interpretan que es una respuesta indirecta a la negativa de las CUP a seguir apoyando la deriva hacia ninguna parte .del gobierno de Junts pel si.
Lo que está sucede en Barcelona es fruto del desencanto y del hastío que produce la sociedad en la que nos ha tocado vivir, consumida por un capitalismo feroz y neo-fascista que mantiene una oligarquía al mando de este tren a punto de descarrilar. Los privilegiados opresores gastan sus cartuchos como si no hubiera mañana y el empoderamiento de la gente cada vez es superior. CyU, mayor aglutinador de la burguesía catalana organizada, está en plena descomposición después de haber controlado la Generalitat durante años como si de su negocio familiar se tratara y de una incursión con el mismo objetivo y que fue efímera y catastrófica, en el ayuntamiento de Barcelona. Las fuerzas emergentes actualmente son los históricos republicanos, nuevos aspirantes al trono catalán, y en la ciudad aparece la vieja izquierda aliada con los comunes. Pero en ambos escenarios aparece la CUP que afirma cuestionar a los de la vieja escuela y a los que se han casado con ella, aún más después de haber plantado al gobierno catalán en el tema de los presupuestos, que ha despertados a los hiper.ventilados del Camamilla Party. Evidentemente los históricos poseedores del trono y que tocaron, por breve tiempo, la llave ciudad están histéricos ante la posibilidad de un destrono definitivo y están forzando la situación al máximo para entorpecerlo. Los del Banc Expropiat, igual que Can Vies en su día, son usados para avivar el conflicto. Ambos proyectos son ajenos a la vida institucional, pero muchas votantes de los comunes y de las cupaires simpatizan con estos proyectos. Los frentes desde los que están siendo atacadas estas opciones políticas, como acostumbra a suceder, demonizando su discurso y su acción. Sus declaraciones con respecto al Banc evidentemente no pudieron ser menos criticadas y criminalizadas.

3.- Dónde se enmarca el trabajo de las militantes de Negres Tempestes y cuáles son sus planteamientos políticos e ideológicos.
Nuestro colectivo nació como un generador de debate. Irrumpimos en los espacios políticos para romper dogmas y desarrollar un discurso comprensible al máximo de personas posibles sobre la libertad de los pueblos y la necesidad de olvidarnos de las viejas y oxidadas instituciones. Apostamos por crear las nuestras propias que nos permitan un nuevo sistema político, económico y social que no necesitan estructuras tales como los estados. Hablamos de autogestión, recuperación de comunales y de una confederalismo de pueblos libres dels Països Catalans. Para ello, nos dedicamos a realizar charlas, debates, actividades culturales, publicación de libros y revistas o realizando rutas históricas. También colaboramos con la Assemblea de Barri de Sants o con otros colectivos o espacios como el CSA Can Vies o el Espai Obert.

4.- A grandes rasgos cuál es la situación de los movimientos sociales y alternativos en Catalunya y Barcelona. Cuáles son las dinámicas principales que están impiusando. Y qué perspectivas de futuro tienen.
Resulta complejo en la actualidad encontrar espacios de confluencia entre estos movimientos pues la sobre-saturación que comportan las dinámicas propias y eso hace que existan un montón de iniciativas des-coordinadas entre sí pero que se aglutinan en momentos que se requiere apoyo mutuo y solidaridad como son los casos anti-represivos o el desalojo del Banc Expropiat. Como consecuencia de esto, en los barrios de Barcelona se están potenciando las asambleas de barrio ya existentes o los nuevos espacios de coordinación vecinal denominados sindicatos de barrio. Esperemos que sigan creciendo y empiezen a coordinarse entre ellos.

Blog de la Aborigenen Internatzionala – Internacional Aborigen

Cataluña en la encrucijada. Una perspectiva libertaria.

Si hoy existe un conflicto grande y con constancia en el tiempo, éste es el de la “cuestión catalana”. Es tema constante en portadas de los periódicos y telediarios de las grandes cadenas. Como probablemente la mayoría ya estemos familiarizados/as con las opiniones de los distintos partidos y gobiernos, hemos considerado muy interesante hacer una entrevista a 3 bandas con compañeros/as catalanes/as, para conocer más del “Procés” y cómo se posicionan ante él.
Para ello hemos contado con Embat, organización política libertaria de Cataluña, Marc Rude, de la Assemblea Llibertària l’Oca de Gràcia (Federació Anarquista de Catalunya) y periodista de La Directa, y por último con Oriol Rigola, miembro del colectivo Negres Tempestes que nació con la idea era reabrir el debate de la reivindicación del derecho la liberación de los pueblos dentro del pensamiento libertario.

Debido a la extensión de la entrevista la versión impresa ha sido recortada, podréis encontrar la entrevista completa AQUÍ: Entrevista completa

1-Empecemos por nuestra casa. Vemos como el entorno libertario catalán ha crecido y ganado músculo en los últimos años en forma de nuevas asambleas de barrio, nuevas organizaciones, ateneos, okupas, fiestas populares y mayor capacidad de movilización. ¿En qué momento se encuentra el anarquismo catalán? ¿Ha sabido adaptarse a los distintos ciclos de movilizaciones? ¿En qué medida ha aportado a los movimientos populares?

Embat: Nos encontramos al final del ciclo que se abrió en la huelga del 29S de 2010 o en el 15M de 2011. En un solo año han coincidido tres procesos electorales, cada uno con su propia campaña. Esto ha producido un cierto hartazgo en la sociedad, que de alguna manera también se ha trasladado a los movimientos sociales. Además, no poca gente hasta ahora activa en las luchas sociales y en el activismo se ha presentado en las distintas candidaturas y ha conseguido entrar en las instituciones. Así la movilización en la calle viene a menos, por estas causas y por limitaciones del movimiento popular en su articulación más allá de lo inmediato. El entorno libertario, al estar al margen de todo lo anteriormente mencionado no creemos que su actividad típica se haya resentido demasiado. Los colectivos siguen realizando sus funciones habituales pero no encuentran la manera de aportar para un cambio social.
Marc Rude: En efecto, el movimiento libertario ha crecido en Catalunya, con la aparición de proyectos como la Federació Anarquista de Catalunya (FAC) y Procés Embat. También se ha registrado un incremento muy significativo de asambleas locales y espacios autogestionados. Todo este repunte nace a partir del 15-M y el proceso de politización que conllevó para toda una generación. Ahora que nos encontramos en una recesión de la movilización de calle -causada por la aparición de los partidos progresistas/regeneracionistas- , quizá es momento de apostar por la parte constructiva del movimiento, y confluir en organizaciones y redes de apoyo ancladas en los barrios que permitan que cada vez más gente pueda poner cada vez más ámbitos de su vida fuera de los marcos del Estado y el capital. Para mí, el factor más importante que ha permitido que el movimiento crezca y el que puede permitir que lo siga haciendo es un esfuerzo comunicativo para llevar nuestro mensaje más allá de las fronteras del “ghetto”. Para ello, es vital crear organizaciones fuertes que permitan coordinar la militancia, más allá de la estructura atomizada de los grupos de afinidad.
Oriol Rigola: Nuestro colectivo encuentra su raíz en Sants, un barrio de Barcelona históricamente muy combativo y eso quizás facilita que las ideas libertarias sean más permeables que en otros lugares. La existencia de la Assemblea de Barri de Sants (ABS) también ha facilitado la coordinación de los diferentes movimientos sociales. Pese a que situaciones como el 15m o el famoso “procés” nos cogieron a todos/as como bastante desprevenidos/as, hay que decir que algunos de estas se impregnaron, aunque desgraciadamente muy parcialmente, de algún aire libertario; más el primer caso que el segundo.

2-El proceso independentista parece que cubra todos los aspectos de la política cotidiana en Cataluña. Aun así, la ofensiva neoliberal es patente y, desde fuera, parece que se relativice. Nos gustaría que nos comentarais acerca de las luchas sociales que consideréis relevantes y si estas se han visto mermadas o potenciadas gracias a la cuestión nacional y el proceso.

E: En cualquier caso está claro que hay sectores que han apostado por surfear la ola soberanista esperando con ello tapar cuestiones de gestión o modelo económico, pero al mismo tiempo otros sectores, interesadamente o no, han contribuido mediante el independentismo a poner sobre la mesa los modelos de país posibles y la solución a los problemas estructurales de Catalunya. En nuestro caso el Bloque en el Poder ha utilizado el soberanismo como una manera de proteger el entramado institucional de la crítica desde abajo, y es algo que tenemos en cuenta. En todo el sur mediterráneo en general la incapacidad que hemos demostrado para construir una alternativa popular al modelo institucional y económico, ha favorecido la esperanza en nuevos instrumentos de intervención parlamentaria, y todo ello, tanto por nuestra parte como por la de ellos/as, un desinflamiento de la conflictividad.
M: Si bien es cierto que el Procés ha desviado la tensión del eje social al eje nacional, para mí el principal elemento desmovilizador no ha sido el independentismo, sino la apuesta por la vía institucional de parte de los movimientos sociales. Si bien hay ámbitos concretos, como las migraciones o el feminismo, en los que se trabaja intensa y fructíferamente; para mí los movimientos aglutinadores de la lucha social, que son el sindical y el vecinal, viven horas bajas.
O: Es evidente que el “procés” ha servido para tapar muchas decisiones políticas tomadas desde las diferentes instituciones (estatales, autonómicas, municipales). Es cierto pues, que en algunos casos han servido para silenciar los recortes y las políticas neoliberales del gobierno de CiU, y que han intentado responsabilizar estas decisiones con el lema de “España ens roba”, pero la gente no es tonta y los resultados electorales así también lo demuestran, reduciendo cada vez más la representación parlamentaria de dicho partido, arrastrando en estas ultimas elecciones a su socio ERC.

3-En el campo de la movilización y la construcción de alternativas, muchas veces os encontraréis con la Esquerra Independentista(EI). ¿Cómo es vuestra relación con ella? ¿Son un aliado táctico? ¿Existe la posibilidad de un proyecto emancipador común?

E: Existen desde luego diferencias en la intensidad donde ponemos el acento del poder popular, y respecto a la cuestión electoral. Para nosotros/as todos/as aquellos/as actores que prioricen la construcción de un pueblo fuerte capaz de dar respuestas contundentes a las agresiones, y ser garante de los cambios sociales, es un aliado táctico inmediato.
M: En la lucha diaria en los barrios, existen muchos puntos en los que podemos estar de acuerdo. Para mí, sí que existe la posibilidad de trabajar conjuntamente a nivel local y me gustaría que así fuese. No obstante, nos encontramos con varios obstáculos por las dos partes: al purismo y la estrechez de miras de algunos/as compañeros/as se le suman los tics vanguardistas y las maquinaciones a lo soviético que en ocasiones se llevan a cabo desde la EI. La idea de potenciar asambleas locales para empoderar al vecindario, unir fuerzas contra el enemigo común y construir proyectos autogestionados destinados a satisfacer las necesidades de la gente del barrio es compartida.
O: Colaboramos con personas de l’Esquerra Independentista (EI) desde el momento en que participamos de espacios como el Can Vies o la ABS y también hemos colaborado con colectivos de la EI en campañas puntuales locales como la de retirada de símbolos fascistas del barrio y por el cambio de nombre de algunas calles del barrio o en espacios más amplios como Huelgas Generales o campañas concretas de reivindicaciones vecinales.

4-¿Qué visión tenéis del movimiento independentista? ¿Es este un movimiento de la oligarquía catalana para ganar cuotas de poder? ¿Es un movimiento popular por la autodeterminación? ¿Qué actores son relevantes en la partida?

BxRU608IYAITmK7E: El movimiento independentista es transversal y variado ideológicamente. Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) nunca había sido independentista. Ha virado en esa dirección fruto del crecimiento del “soberanismo social” o del independentismo de la “sociedad civil” que se produjo a partir de la creación de la Asamblea Nacional Catalana y la Asociación de los Municipios por la Independencia. No olvidemos que tanto la gran banca como Fomento Nacional del Trabajo (la patronal catalana equiparable a la CEOE) se han pronunciado claramente en contra de la independencia. El movimiento independentista representa un movimiento popular por la autodeterminación “democratizador” y con un gran potencial para romper con la constitución del 1978
M: Es un movimiento popular para la autodeterminación en parte secuestrado e instrumentalizado por la oligarquía catalana para ganar cuotas de poder. Pero las ambiciones de Mas de convertirse en el Padre de la Patria y las performances masivas al estilo norcoreano no deben hacer que nos olvidemos de la legítima voluntad de mucha gente de poder decidir qué organización política prefiere para su territorio. Como siempre, hay dos actores básicos: el pueblo catalán y las élites titiriteras que juegan con él para su propio beneficio, que no es otro que mantener el poder.
O: Nosotros/as nos consideramos parte del movimiento independentista, al igual que nos consideramos parte del movimiento anarquista, antipatriarcal, ecologista, etc. Formar parte de dicho movimiento no nos posiciona necesariamente a asumir o aceptar todo aquello que se haga en nombre de dicho movimiento. Este “procés” nacido en 2010 a partir del fracaso del intento de reforma del Estatut d’Autonomia llevó a que el pequeño porcentaje de gente que se identificaba claramente como independentista fuera incrementado a cada barbaridad que se iba haciendo o diciendo desde el gobierno del Estado Español.

5-¿Cómo definiríais vuestra posición política respecto del proceso independentista?

E: EMBAT es partidaria de la soberanía popular y del ejercicio de la autodeterminación de Catalunya. En ese sentido entendemos que la coyuntura abierta por el movimiento popular por la independencia puede servir para “abrir el melón” del régimen surgido de la reforma franquista.
M: Yo voté sí a la consulta del 9N y volvería a hacerlo si se convoca finalmente un referéndum vinculante. Lo hice por varias razones: en primer lugar, porque un proceso de independencia en Catalunya agitará inevitablemente el orden establecido, lo que supone una gran oportunidad para llevar la ruptura a otros ámbitos más allá del mero cambio de bandera. ¿Os imagináis que os podríais librar de golpe y plumazo de la Conferencia Episcopal, la Legión, los Borbones y los rancios residuos de la nobleza? Aunque el eventual Estado Catalán fuera igualmente capitalista, atrocidades como el proyecto de ley del Aborto de Gallardón, la ley Mordaza, la introducción de la religión en la escuela pública o la creación de una FP de Tauromaquia serían inconcebibles aquí.
O: El “procés” como movimiento popular que pudo ser en un primer momento estuvo en parte alimentado por gente de los movimientos sociales, mayoritariamente procedente de la izquierda independentista. Posteriormente, cuando éste se masificó, la burguesía intentó coger las riendas y en gran parte lo consiguió. Nosotros/as seguimos intentando explicar a la gente que existe otra manera de conseguir la independencia, sin estados ni autoritarismos, y que así esta sea real y total, pese a ello, somos conscientes que la capacidad de incidencia de un colectivo como el nuestro es muy pequeño.

6-¿Cuales son los pasos a seguir en la coyuntura actual para avanzar en la construcción de una sociedad libertaria?

E: En la coyuntura actual, con la correlación de fuerzas, evidentemente este programa no es posible en su totalidad, necesitamos un sociedad densa y activa, un pueblo fuerte, fortalecer el sindicalismo y crear las condiciones en el territorio para poder desplegar el poder popular.
M:La clave está en el trabajo “de hormiguita” en los barrios. Por un lado, como ya había comentado, hemos de expandir la base social del anarquismo, para que el vecindario pueda ver como viable una alternativa libertaria hace falta comunicar y, sobretodo, hacer. El Estado no es fuerte sólo porque nos reprime, sino porque sabe hacerse necesario. Por ejemplo, aunque la mitología ensalce la parte de los tiros, la Revolución Social del 1936 no habría sido posible si no hubiera contado con toda esta infraestructura popular, construida durante las décadas anteriores. Lo mismo vale para cualquier revolución: aunque se llegue a derrocar al sistema, si no hay nada preparado para después lo más probable es que el viejo régimen sea sucedido por uno nuevo igual o peor. Además de los proyectos a largo plazo, también hemos de tener objetivos más cercanos. Más allá del anarquismo, si los movimientos sociales en conjunto consensuaran unos puntos comunes y se lanzaran a defenderlos, otro gallo cantaría. La coordinación entre luchas es vital.
O: Nosotros/as siempre hemos creído compatibles y necesarias tanto la gimnasia revolucionaria como la construcción de la sociedad paralela. Creemos que la recuperación de la memoria histórica y recordar como han sido los caminos que nos han intentado acercar a ese anhelado destino puede enseñarnos mucho en esa construcción. La solidaridad con otros pueblos en lucha como el de Chiapas, Mapuches o Kurdistán nos puede enseñar formas de organización política y de resistencia interesantes.